10 de agosto de 2009

Tamiflu (oseltamivir) y Relenza (zanamivir) en niños

En su artículo original en el BMJ (British Medical Journal) así como en un post de The Guardian, científicos de la Universidad de Oxford mencionan su última revisión sistemática sobre el uso del Tamiflu y el Relenza en pacientes pediátricos (menores a doce años de edad).

Los médicos investigadores recabaron TODA la información hasta la fecha publicada sobre los estudios clínicos que se han llevado a cabo sobre estos dos medicamentos en niños con influenza estacional.

Quiero recalcar influenza estacional, porque no es la H1N1 que tenemos actualmente de moda o en pandemia. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: porque no hay aún estudios en niños (ni en adultos) que comparen entre a quienes se les ha dado o no dado los medicamentos realmente en cuánto disminuye los días de síntomas, o si evita complicaciones o incluso la muerte.

Los autores después de una extensa búsqueda y análisis, hallaron solo cuatro estudios clínicos de calidad suficiente, en donde, en conjunto, se analizaron a 1766 niños en total.

  • En el caso de profilaxis (es decir, dar el medicamento a los niños que han estado en contacto con un enfermo de influenza con el fin de evitar que se enfermen): Es necesario tratar a 13 pacientes con una de estas drogas para evitar un caso de influenza. Es decir, de cada 13 niños que les doy el medicamento, solo evito un caso.
  • Tratar a los niños con relenza o tamiflu disminuye la duración de la enfermedad entre medio día a un día y medio. Por ejemplo, si la enfermedad iba a durar 7 días, el medicamento la disminuye a 6 días de duración.
  • Disminución de los síntomas se limitó a un día; igual el ejemplo, si la tos, fiebre y estornudos duran aproximadamente 7 días, con el medicamento el paciente tendrá 6 días con estos síntomas.
  • En niños con asma, el tratamiento no tuvo efecto en las exacerbaciones de cuadros asmáticos; es decir, el medicamento no disminuyó la probabilidad de que niños con asma tengan más episodios de asma.
  • Los pacientes que tomaron zanamivir tenían menor probabilidad de vomitar que los que tomaron oseltamivir. Uno de cada 20 niños tratados con oseltamivir presentarán vómito.


Ahora, recalco que estos resultados son para la INFLUENZA ESTACIONAL, no para la influenza nueva H1N1 específicamente.

Los médicos, tenemos que buscar información válida y relevante, al día sobre el tema de la influenza H1N1, especialmente hoy que se acerca el otoño y posteriormente el invierno con su correspondiente re-brote de influenza, tanto estacional como la nueva H1N1. ¿Qué pasa si no hallamos estudios que respondan directamente a nuestra pregunta? Usamos evidencia de estudios pasados sobre otras enfermedades similares. Por ejemplo, en este caso, no nos queda de otra mas que ver los estudios que se han hecho sobre la influenza estacional con relenza y tamiflu.

El tamiflu y el relenza, como cualquier medicina pueden tener efectos adversos, que pueden ser en su mayoría banales y pasajeros, tales como dolor abdominal, vómito, náusea, rash, entre otros. Como científicos al cuidado de la salud tenemos que preguntarnos si no estamos haciendo más daño que beneficio. El daño lo sabemos (estos efectos adversos), pero ¿el beneficio?




Este video es de un chico que canta una oda a los efectos adversos del tamiflu (risible, sí) y desde el punto de vista médico/red social es muy interesante de ver (no es una referencia científica).

Esperemos que pronto llegue la vacuna. Hasta el momento se sigue trabajando en la misma. Ya están corriendo los primeros ensayos clínicos y se espera que para diciembre contemos con ella en México. Por lo pronto, la vacuna contra la influenza estacional ya estará para septiembre aproximadamente. También vacúnese contra la influenza estacional, ya que hasta la fecha, es esta la verdadera amenaza (mata más gente que la H1N1)